En temas de posturas, la cosa es subjetiva, y muchas veces, una cuestión de flexibilidades y actitudes. Flexibilidades, porque no es lo mismo brincar por la cama cuando eres profesor de yoga que intentar una posturita de las mil y una noches cuando no te llegas ni a la punta de los pies; cuestión de actitudes, porque querer es poder, pero a veces, no todos queremos, y preferimos un encuentro tranquilito un sábado mañanero, que dedicarnos a hacer el pino mientras lo hacemos.
Pero con estas premisas encima de la mesa, sí podemos detectar ciertas posturas que de fáciles, no tienen un pelo. Vayamos a ello:

Las posturas que ellos odian

Hay posturas que ellos soportan menos: por incómodas o porque piden un exceso de fuerza. Algunos ejemplos:
th-23_2201union-de-la-abejaLa unión de abeja: La mujer se sienta sobre su compañero, también está sentado y con las piernas estiradas hacia delante. Es entonces cuando la mujer se mueve verticalmente, apoyándose en manos y piernas. El hombre acompaña el movimiento levantándola por el trasero o los muslos. Y ahí sale el cansancio: lo de acompañar el cuerpo de la mujer lleva sus quilos… ¿Alguna solución? Si el hombre está bien apoyado por la espalda, sufrirá menos.

th-23_2201postura-de-andromacoPostura del Andrómaco: Él está estirado, con las piernas dobladas. Ella se sienta encima en cuclillas o arrodillada, con el resto del cuerpo completamente levantado. La dificultad reside en el ángulo de penetración, que puede incluso ser doloroso si el pene se dobla y otra vez, en aguantar el peso de la mujer solo con las piernas…

 

 

Las posturas que no les gustan a ellas


imagesLa carretilla: parece un aquí te pillo, aquí te mato, pero no es tan facilón. Él parece tener trabajo aguantando las piernas de su pareja, pero ella, debe aguantarse encima de una mesa, sofá o lo que sea… Mantener el equilibrio y dependiendo de la estatura de su partner, tendrá una torsión en la espalda difícil de aguantar por mucho tiempo.

catapultaLa catapulta: otra postura yoggi, esta vez para ellas. El esfuerzo físico que supone tener más de un tercio del cuerpo levantado, aunque tu pareja te ayude a sujetarlo, pide esfuerzo, levedad y pocos minutos. En amantis.net no la recomendamos demasiado, pero si te animas… ¡No la hagas durar demasiado!

Y la posturas que cualquier puede odiar…

El-arbol-prohibido_diaporama_550Haciendo el pino: En la foto es él quién lo hace. Pero la postura puede ser para él o para ella. Es lo que conocemos como un vulgar 69, pero en vertical. ¿Qué ventajas tiene? Su dificultad añade tensión, por lo que el placer aumentará –¡a no ser que estés cabeza abajo pensando que te vas a romper el cuello!-. Repetimos: creemos que esta es una posición solo para yoggis.